COMPETITIVIDAD
Estos son algunos apartes de algunos autores y mis conclusiones sobre el tema de la Competitividad a nivel empresarial y personal.
ES EL
RECURSO HUMANO UN MODELO DE COMPETITIVIDAD?
Hasta el
momento se ha venido asociando el objetivo de la mejora de la
competitividad a través de los recursos humanos con los niveles de costes
laborales y el traslado de éstos a precios, teniendo en cuenta el
efecto de la productividad. Sin embargo, la competitividad es un concepto
complejo, que depende de muchos factores que tienen que ver no sólo con costes
y precios, sino también con los comportamientos estratégicos de las empresas.
Prácticas
como la diferenciación de producto, el tiempo de respuesta, la segmentación de
mercados, la fidelidad a las marcas, la
compatibilidad tecnológica, etcétera, constituyen en la actualidad el núcleo de
las estrategias empresariales (Segura, 1992).
Así, la
clave de la competitividad no es incurrir en mayores gastos que los
rivales en I+D, hacer más inversiones o tener mayor tamaño, es algo más
complejo, que tiene relación con las capacidades de los directivos, los niveles
de integración y
formación del personal, y la
creación de una cultura dentro de la
empresa, y con la configuración, dentro de ella, de
un entorno sociopolítico que favorezca el desarrollo de la empresa y un marco
regulador que haga posible el desarrollo propio de las habilidades de cada uno.
Se hace necesario definir nuevas estrategias basadas en la creatividad y en la
creación de conocimiento para
desarrollar productos y servicios que permitan redefinir el marco industrial.
(Lei, Solcum y Pitts, 1999)
Las aportaciones
teóricas (MacMillan y Schuler, 1985; Coyne, 1986; Porter, 1991; Hall, 1992;
Pfeffer, 1994; Mahoney, 1995) destacan, al respecto, que son precisamente los recursos humanos los
intangibles con mayor capacidad para el desarrollo de ventajas competitivas.
Aquí
radica la gran responsabilidad de la dirección de los recursos humanos.
Abundantes estudios recientes reflejan que las políticas eficientes de recursos
humanos generan importantes incrementos de productividad a largo plazo
(LONGenecker, Dwyer y Stansfield, 1998 o Ichniowski, Shaw y Prennushi, 1997), o
permiten lograr ventaja competitiva y mejorar los resultados empresa riales
(Lengnick-Hall y Lengnick-Hall, 1988).
El nivel
de formación está directamente vinculado con la productividad de la empresa,
tal y como confirma el análisis econométrico de Ramírez (1993).
También
Cuervo (1993) reconoce que la dimensión humana de la competitividad se ha
convertido en el factor clave del éxito, ya que la productividad
depende más de la formación del personal que de la inversión en capital. Incluso afirma que el
crecimiento debido al cambio tecnológico depende, en
mayor proporción, de la inversión en educación que de la
inversión en equipo
CONCLUSIONES
La competitividad no es solo un concepto
rígido que define el grado en que una empresa se desempeña con respecto a sus
competidores; Este concepto reúne una serie de factores clave para alcanzar
posiciones de competencia en el mercado.
La
productividad y el recurso humano son considerados en la actualidad los
factores claves que definen la competitividad de las empresas en un mercado
globalizado en busca de la excelencia empresarial.
La
cuantificación de la competitividad a nivel mundial como a nivel empresarial
debe basarse como se ha referido en esta investigación a normas internacionales
de calidad las cuales dan las pautas para establecer empresas altamente
competitivas
La competitividad tiene incidencia en la forma
de plantear y desarrollar cualquier iniciativa de negocios, lo que está provocando
obviamente una evolución en el modelo de empresa y empresario.
La ventaja
comparativa de una
empresa estaría en su habilidad, recursos,
conocimientos y atributos, etc., de los que dispone dicha empresa, los mismos
de los que carecen sus competidores o que estos tienen en menor medida que hace
posible la obtención de unos rendimientos superiores a los de aquellos.
El uso de
estos conceptos supone una continua orientación hacia el entorno y una actitud
estratégica por parte de las empresas grandes
como en las pequeñas, en las de reciente creación o en las maduras y en general
en cualquier clase de organización. Por otra
parte, el concepto de
competitividad nos hace pensar en la idea "excelencia", o sea, con
características de eficiencia y eficacia de la
organización